En el caso del Duque de Lerma, y Marques de Denia, hombre de escasas luces pero de enormes, vanidad, orgullo y soberbia, "mantenella y no enmendalla aunque la razón no hayas"- el "validismo" se dio de forma inmediata; desde decidir por su cuenta y riesgo, el traslado de la Corte a Valladolid (1601) para impedir así que otros Grandes residentes en Madrid, influyeran sobre el Rey, hasta repartir -pagando ¿eh?, ¡pagando!-, cargos , títulos menores, y prebendas, entre sus parientes, amigos y solicitantes recomendados.
El primero de estos beneficiados fue RODRIGO CALDERÓN, un aventurero nacido en Amberes - hijo de un soldado de fortuna de los Tercios de Flandes- que llegó el tal Rodrigo a ser nombrado Conde de la Oliva, Caballero de Santiago y Consejero de Estado, con el mismo amague y capital Cultural que el "Culturado" de turno.
Aquél se enriqueció -igualito que este- de forma rápida y fraudulenta,(lo que demuestra que siempre se han cocido habas en nuestras ollas) al extremo de que en la Corte se levantaron protestas, y para acallarlas, de inmediato se le nombro Marqués de Siete Iglesias- ¡otro titulo más , total para lo que costaba! y Embajador Real en los Países Bajos, mandándolo a su tierra, pero de mucho sirvíole, pues allí siguió engordándose el bolsillo -la buchaca que diría mi admirado Azuara- hasta la caída en desgracia de su valedor el de Lerma.
De esta caída en desgracia del Duque, tuvo mucho que ver y entender el aragonés LUIS DE ALIAGA, otro controvertido, extraño y misterioso personaje, al que dedicaremos unas páginas en otro trabajo. Aliaga consiguió que a Calderón, -Conde de la Oliva- le acusaran del asesinato de Francisco Kuara -en el siglo XVII también hubo GAL- un personaje del Consejo Real que pretendía ser honrado y destapar agujeros malolientes.
El Rey ordenó la muerte en el patíbulo del tal Calderón, orden que se ejecuto de inmediato para evitar posibles condonaciones de pena.
Hubo otro personaje no menos "lladre" se llamó PEDRO FRANQUESA Y ESTEVE, último hijo que tuvo D. JUAN MARTIN FRANQUESA, Notario que fuera de Igualada (Barcelona). El tal D. PEDRO, fue en su día lo que hoy diríamos un self madel man de la época. Llegó a la Villa y Corte el tal "Perico" en 1567, donde por recomendación de su padre, empezó como escribano de mandamientos o sea "covachuelista", posteriormente y mediante recomendaciones, amistades y servicios mas o menos sórdidos prestados a ciertos nobles -se comentaba que...celestinadas y otras guarrerías- y alguna que otra dádiva a tiempo, fue escalando peldaños, hasta ser nombrado Aposentador de Aragón desde donde supo ganarse la confianza del "valido" o sea del Duque de Lerma del que era conocido correveidile, convirtiéndose de la noche a la mañana en un personaje influyente que era capaz por dinero de otorgar prebendas, dar cargos y sinecuras, como lo hiciera el "GIL BLAS " (¿tal vez inspirado en este robaculeros? por las fechas podría ser...pero no hay constancia, solo indicios) que decía el tal GIL BLAS..."venían a mi casa ...unos interesándome con dineros ...y otros a moverme con súplicas ...los primeros tenían la seguridad de ser escuchados y bien atendidos, los segundos...me desembarazaba d'ellos, o los entretenía tanto tiempo que. "
El cohecho y la prevaricación estaban a la orden del día -aunque no fueran los Jueces los actores- todo se vendía todo se podía comprar con doblones , dineros, o maravedises, y FRANQUESA, era su intermediario "a comisión". Y como lo único que echaba de menos era algún titulo de Nobleza, manejó sus resortes y le fueron concedidos el de Conde de Villalonga y Villafranquesa y en 1603, fue nombrado Interventor de la Junta de Hacienda -hoy sería Inspector General de Impuestos- Antes en 1599 fue nombrado Secretario de las Cortes de Barcelona y Zaragoza y Secretario de Estado para el Consejo de Italia, a partir de entonces y a base de "meter mano en la Hacienda Publica" aprovechó la ocasión para incrementar la suya de forma inmediata y abundantísima.
En 1607 fue acusado de malversación de fondos públicos, y tras un proceso que duró algunos años, -como si de un nuevo Banesto se tratara- confiscaron sus bienes y dineros , siendo el efectivo encontrado de unos 2.000.000 de ducado de oro, que hoy al cambio serían unos 130.000.000 de € Aparte, en distintos sitios de su Palacio se encontraron auténticos tesoros en joyas y lingotes fundidos. Incluso en los retretes, habían cajas con preseas, oro, plata, joyas riquísimas, que su mujer ANA GABRIEL hizo ocultar; dicen las crónicas de entonces que se tardaron 3 días y se necesitaron 5 galeras (carruaje de dos mulas) para trasladar tesoros y dineros al Tribunal, y que incluso enterraron tesoros en la tumba del Comendador de la Merced, de cuya conservación estaba a cargo el tal Franquesa.
Fue encerrado en Ocaña (Toledo) y condenado a cadena perpetua, que cumplió hasta su muerte -no existían entonces los 30 años de máximo- si bien al final y trasladado a la fortaleza de León se dulcificó algo la sentencia y se le dejó la encomienda de Silla(Valencia) que con una renta de 2.000 ducados al año, le permitió vivir en la prisión con una cierta holgura.
(Continuaremos)
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