En el año 1936, la Marina de los Estados Unidos, hizo público un concurso público para la fabricación de un avión caza monoplaza, siendo la empresa Brewster la ganadora del concurso con un aparato ágil, de ala media, con un tren de aterrizaje retráctil, cabina cerrada y una motorización que garantizaba 1000 hp, en síntesis un 10.
Se dispone la producción en serie de este avión y es ahí conde comienza su largo peregrinar hacia el fracaso. El fabricante con un visión y política comercial muy particular así como innumerables problemas de fábrica que no supo abordar, adquiere un sin fin de compromisos para otros ejércitos en Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica, Finlandia, India y Australia. Pretende atender su cartera de pedidos sin una logística apropiada, lo que le lleva a suministrar unidades del Buffalo a estos países y se compromete con la US-Navy a entregarle unos aparatos mejorados, siendo aquí cuando ese avión se condena al fracaso, la primera pifia fue abordar su blindaje sin mejorar su motorización siendo claro que se había producido un aumento de peso.
Tan solo las primeras unidades resultaron aptas para el objetivo de su diseño y fueron precisamente las que llegaron a otros ejército como el finlandés u holandés, en cambio los pilotos norteamericanos que tuvieron la desgracia de volar en él y sobrevivir para contarlo de nombraron como “ el peor caza de la 2ª G.M.”, era sorprendente el empeño del fabricante por hacerlo cuanto peor mejor, se dieron casos de que algunas unidades fueron suministradas incompletas, a faltas de elementos de primera necesidad, no se puede concebir como la firma Brewster en su pretensión de mejorar el avión tan solo lograba una involución tecnológica que lo empobrecía.
Su comportamiento en la defensa de Singapore y Midway fue desastroso, en estos combates, peleo la ultima versión del aparato, la F2F3, que realmente era muy deficiente, una vez fue entrevistado sobre el Buffalo, el Mayor Gregory "Pappy" Boyington dijo: "era un aparato estupendo, antes de que lo echaran a perder, agregándole blindaje y todas esas cosas". Y es cierto, el proyecto del Buffalo es el ejemplo mas firme de lo que NO se debe hacer en cuestión de desarrollo aeronáutico, puede decirse que es el caso mas palpable de fracaso tecnológico, el primer modelo era supremo, ágil, con buena autonomía, el segundo "mejorado" se acerco a la inutilidad y el tercero fue un desastre.
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