Operación “León Marino”, ¿Qué pretendía?, nada menos que la invasión de Inglaterra por Alemania, la empresa desde luego no iba a resultar fácil, se tenían que vencer muchos obstáculos, uno de ellos la logística a emplear para el transporte tanto de fuerzas como del material. Se pusieron manos a la obra y emprendieron la construcción de “gigantes” de la aviación.
En octubre de 1940 se da a conocer el expediente con las especificaciones técnicas para suministrar planeadores para llevar a término la Operación “León Marino”; en tan solo 14 días Junkers y Messersschmitt inician los estudios de diseño y reciben la orden de adquisición de los materiales necesarios para construir 100 planeadores. Es de alabar la tremenda capacidad de estos fabricantes que en tan solo dos semanas elaboraron sus respectivos proyectos, el Junkers Ju 322 fue construido únicamente en forma de prototipo y tenía unas características de manejo tan deficientes que lo desestimaron, en tanto que Messerschmitt presentó el proyecto Me 321, el avión más grande del mundo, construido en tan solo 14 semanas con las siguientes medidas: Una envergadura de 55 metros, bodega con una capacidad de 108 metros cúbicos, once metros de longitud y 3,3 metros de altura, pudiendo transportar cargas de hasta 20.000 kilogramos, casi el doble de su peso en vacío y espacio para unos 200 soldados. Para las pruebas de vuelo se utilizó un carro de despegue desprendible, aterrizaba sobre unos patines amortiguados por muelles y para ayudar en el despegue se podían instalar hasta ocho cohetes de peróxido de hidrógeno de 500 kilogramos de empuje y 30 segundos de autonomía.
Para su elevación se había previsto como remolcador el Heinkel He 111Z, el cual no estaba ultimado a fecha 25 de febrero de 1941, día en que tenía que ser probado, así que lo efectuaron con un Junkers Ju 90 que a duras penas pudo elevarlo; después procedieron a su elevación mediante un sistema bastante complicado con tres aviones Bf 110, el planeador se gobernó de modo satisfactorio aunque sus mandos algo pesados. Para Septiembre de 1941 la factoría Messerschmitt ya había entregado los cien primeros planeadores Me 321ª, a la entrega de estas unidades sigue la de sus remolcadores, comisionándose estas unidades al Frente Este, donde llevaron a cabo misiones con éxitos variados.
Tras la entrega de la unidad 200, se empieza a estudiar la posibilidad de motorizar estos aviones, a la primera versión se le instalan cuatro motores radiales Gnome-Rhone, son remolcados en el despegue y una vez en el aire vuelan de forma autónoma, la segunda versión es equipada con seis motores y era capaz del despegue, vuelo y aterrizaje de forma individual, a partir de esta variante el resto de las unidades fueron fabricadas de este modo, aunque también disponían de los cohetes de auxilio para el despegue. Para su protección en vuelo estaban dotados de cinco ametralladoras MG 15 de 7,92 mm., situadas en el morro y en el dorso del fuselaje y hasta 10 ametralladoras de infantería en los costados.
En agosto de 1942 comenzó la producción en serie de los aviones motorizados y en octubre se forman los primeros escuadrones que son destinados a operaciones de apoyo a fuerzas del Eje en el Mediterráneo y en el norte de África. Pronto surgieron los primeros enfrentamientos con los cazas de la RAF, comprobándose su inferioridad por su lentitud e incapacidad de maniobrar de forma evasiva, a todas luces sus defensas artilleras eran insuficientes y pronto comenzó la pérdida de unidades. Ante estos desastrosos resultados el Estado Mayor alemán dispone que estos vuelos sean siempre protegidos por cazas de apoyo, a pesar de sus escoltas fueron muchas las unidades abatidas por la RAF.
Las últimas series construidas fueron dotadas de mayores protecciones artilleras y motorizados con los Junkers Juno 21 de 1.350 Hp, lo que les concedía mayor velocidad de vuelo con lo que lograron reducir su vulnerabilidad, aún así consideraron las pérdidas por encima de lo admisible y fueron retirados del Mediterráneo y trasladados de nuevo al Frente del Este. Finalizó la fabricación de estos gigantes en Abril de 1944.
Por cierto, la Operación “León Marino” jamás se llevó a cabo.
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