A principios de 1938 la Armada Imperial Japonesa puso en servicio el hidrocanóa H6K2 a la vez que formalizó un nuevo contrato para la fabricación de otro aparato de similares características pero de mayor tamaño, cuestión que les llevó unos tres años. Efectivamente el prototipo del Kawanishi H8K1 efectuó su primer vuelo el 31 de diciembre de 1940, de entre sus características principales cabe destacar que la cuerda y el grosor de su ala monoplana catilever disminuían en cuña desde la raiz a la punta alar, sirviendo a su vez como soporte de los flotadores estabilizadores bajo el ala y arriostrados, su casco un hidrocanóa clásico llevaban instalados los empenajes monoderiva. En el borde de ataque de sus alas se encontraban sus cuatro motores Mitsubichi Kasei de 14 cilindros.
Este aparato se construyó para diez tripulantes, su base artillera estaba constituida por cinco cañones de 20 mm., que se encontraban alojados en las burbujas laterales y torretas, además de tres ametralladoras de 7,7 mm., dos en escotillas laterales y una ventral. Se encontraban semiblindados y especialmente protegidos los depósitos de combustible, disponiendo además de sistemas contraincendios por dioxido de carbono.
Tuvo un inconveniente, cierta inestabilidad en el agua, para subsanar este problema todo el equipo técnico aunó esfuerzos, dotaron al casco de una ampliación de calado y de la deriva, solucionado este problema, a finales de 1941 la Marina Imperial ordena su producción en serie llegando al número de 167, los aliados le apodaron como “Emily”.
La primera edición la constituían 16 aparatos, la segunda fue de 112 y en la misma se llevaron las mejoras propias que su uso dictaba, tales como motores Mitsubishi MK4Q mas potentes, rediseño de la cola, armamento adicional y un radar de superficie. Se llevan a cabo mejoras continuas y a su vez algunos ejemplares fueron rediseñados y con una menor protección artillero fueron habilitados para el transporte de hasta 64 pasajeros. Incluso hubo algunos modelos con torretas artilleras escamoteados. Ante la escasez de materias primas en Japón, la producción de H8K se resintió, ya que el metal existente se destinó a la producción de cazas para defenderse de los ataques aéreos de la USAF.
No obstante los “Emily” se consideraron muy eficaces, tanto es así que igual lo usaron en misiones de bombardeo que en reconocimiento o transporte. Dotado con armamento pesado y dada su alta velocidad se convertía en un temido enemigo. Para misiones a largas distancias entre islas habían diseñado un plan de reportaje en alta mar mediante el uso de submarinos.
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