Al finalizar la 1ª G. M. tanto las naciones que participaron en el conflicto como las que actuaron como meros observadores llegaron a la conclusión de que quien dominara en el aire sería el país de vanguardia.
La reconvertida Rusia zarista bajo su nueva denominación URSS se incorpora a la carrera aeronáutica con la recién instaurada Divizionye Vozdushnii Korablei (EVK) que procedía a la reconversión de los bombarderos y otros aviones para su utilización como naves de transporte de pasajeros, material, etc. Se crea la Kommissii Tyazheloi Aviatssi KOMTA que lleva a cabo los estudios para la transformación de aviones militares para usos civiles y el estudio de nuevos proyectos.
Este comité (KOMTA) se reunió en la población de Sarapul en 1920 y resolvieron que el nuevo aeroplano para transporte de pasajeros debería ser un triplano con cola biplana, impulsado por dos motores que se ubicarían en el plano central, con todo su fuselaje en madera forrada de tela con algunas piezas de acero para reforzar la estructura. Debido a las bajas temperaturas que se registran por aquellas regiones al contrario que la norma de la época la carlinga de los pilotos se ubicaba en el habitáculo de los pasajeros que disponía de unos amplios ventanales para la visión de los paisajes.
La construcción de este aparato resultó muy lenta, problemas administrativos y técnicos tuvieron que ir superándose según se originaban, en otoño cuando ya se encontraba prácticamente construido fue trasladado a Moscú y para el verano de 1922 le colocaron los motores y probaron las hélices biplanas. A partir de aquí comienzan las distintas pruebas del avión que dieron un sin fin de pequeños problemas que convirtieron a este aparato en la historia de nunca acabar.
Por fin en otoño de 1923 este avión realizó su bautizo aéreo al mando de los pilotos Tomashevski y Budrín. Los vuelos de prueba tuvieron que continuar mas tiempo de lo esperado por problemas técnicos que iban surgiendo, incluso tuvo que ser sometido a nuevos ensayos de túnel de viento, al KOMTA le llegó su hora tardía y el interés oficial decayó, la factoría Tupolev se retiró del proyecto al crear fábrica propia y el esperado avión pasó al olvido, quedando simplemente como recordatorio en las instalaciones de la Escuela de Artillería Aérea de Serpukhoo.
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