Greciano
Según un estudio del RACC que analiza la opinión de casi 2.500 automovilistas españoles sobre el consumo de alcohol, tres de cada cuatro no saben calcular la cantidad necesaria para sobre- pasar los límites legales.
Los encuestados consideran que cuatro cervezas o cuatro combinados son “inofensivos” (una cerveza y media o un combinado son en realidad suficientes para que un hombre de 70 kilos, en ayunas, de positivo en un control).
Además, el 10% se muestra convencido de tener capacidad para conducir tras seis bebidas y el 7% reconoce haber montado con un conductor con alcoholemia superior a la permitida. El consumo de alcohol origina del 30 al 50% de los accidentes de tráfico.
Una mayor concienciación del peligro del alcohol al volante evitaría hasta 1.000 muertes anuales.
Fuente: Revista Tráfico y Seguridad Vial 194/2009
A continuación relacionamos algunos de los efectos que sobre las personas produce el consumo de alcohol, en función de la cantidad así serían los resultados, por supuesto, todos negativos.
Disminuyen los reflejos del conductor.
Se produce una sensación de excitación que lleva a la persona a sobrevalorar sus propias capacidades.
La reacción ante una cuestión inesperada es más lenta, disminuye por tanto la capacidad para calcular distancias, velocidades, frenada, etc.
La agudeza visual disminuye y la capacidad de deslumbramiento aumenta.
La personalidad del sujeto se torna irritable y agresiva.
La torpeza en los movimientos origina zig-zag, golpes de volante, frenazos incontrolados.
Surgen problemas de equilibrio, torpeza en la percepción de sonidos y el habla se vuelve pastosa.
El alcohol conlleva un efecto sedante que produce más resistencia al dolor, al tiempo que afecta al ritmo respiratorio.
Produce la temida somnolencia al volante, la capacidad de memoria y de orientación se ven afectadas.
Y la mas importante, el resultado final suele ser el que representa la siguiente fotografía:
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