Si quieres hacer sonreir a Dios, cuéntale tus planes. Esta frase, dicha por el actor mexicano Eduardo Verástegui, da inicio a la película Bella, una de las más extraordinarias películas que he tenido el privilegio de ver. La película actualmente se encuentra recorriendo diferentes universidades para despertar el interés de llevarla al teatro. Tuve la oportunidad de proyectarla a cerca de 200 estudiantes de Christendom College, en Front Royal, Virginia. La experiencia fue profundamente gratificante para mi, no sólo como eterno aficionado del cine, sino también como católico pro-vida.
Por agosto del 2006, estuve presente en una proyección privada de la película que aún no estaba terminada de editar, pero incluso así fue elogiada por su gracia, belleza y simple profundidad. Aparentemente la audiencia del Festival de Cine de Toronto tuvo una opinión similar. En setiembre del 2006, el mismo adelanto impactó a audiencias de distinto tinte político e influencia religiosa, y ganó el codiciado People´s Choice Award de Toronto. Para dar un ejemplo de la magnitud del triunfo de la película, basta mencionar que dos de los muchos otros films presentados en el festival fueron Babel y El Último Rey de Escocia. Recordemos que estas dos películas fueron muy aclamadas e incluso llegaron a ganar más de un Oscar. Por esta razón, ver la película sumamente mejorada en la edición final en Christendom Collage fue una experiencia inolvidable.
El Director Alejandro Monteverde sabe muy bien que si quieres hacer sonreír a Dios debes contarle tus proyectos.
Bella cuenta la historia de una joven camarera soltera que vive en la ciudad de Nueva York, que queda embarazada, pierde su trabajo y lucha contra la decisión de conservar o no a su bebé. Mientras tanto, conoce a un chef latino misteriosamente compasivo, quien ha sufrido una tragedia en su pasado, y que representa quizás la única persona en su vida que realmente cuida de ella. Durante el desarrollo de la película la toma de una decisión cambiará la vida de ambos.
¿Cómo así una multitud conformada mayoritariamente por la élite izquierdista mundial votó a favor de Bella, haciéndola ganadora del People´s Choice Award?.
Bella representa no sólo un triunfo artístico, sino también un triunfo moral y espiritual. Metanoia Films, la pequeña compañía productora responsable de la película, describe su misión "como utilizar el cine para marcar diferencias positivamente en la cultura y en la vida de las personas". La película no contiene escenas de provocadora sensualidad o violencia como muchas películas similares tienen. No hay blasfemias en ella. Representa a la familia como debiera ser: intacta, amorosa y responsable, a la vez que la contrasta con el vacío de la soledad que deja el individualismo y la promiscuidad. Y describe al aborto como realmente es: como algo espantoso, devastador y una vana alternativa a los problemas.
¿Cómo a una película como ésta le fue tan bien en Toronto? ¿Cómo así una multitud conformada mayoritariamente por la élite izquierdista mundial votó a favor de Bella, haciéndola ganadora del People´s Choice Award?
Sería un insulto a la integridad artística de Bella calificarla como una película con una agenda simplemente. La película se rehúsa a llevar a escena cualquiera de los pesados convencionalismos socio políticos que plagan muchas de las más "serias" películas de hoy en día. Simplemente, no hay nada que argumentar en contra de Bella. Sin pontificar o moralizar, la película es artísticamente directa, fuertemente impactante y firme a favor de la vida. No tiene posturas pretenciosas, ni insinuaciones políticas sobreracionalizadas.
Tan sólo es simple e intensa, suscitando las emociones básicas que son esenciales a la experiencia humana. Tan esenciales, de hecho, que las audiencias de todas las posturas políticas se han rendido a los pies de Bella.
En palabras del propio productor Leo Severino: "No puedes estar en desacuerdo con la vida". Al final del día, no existe argumento que la haga estar contra la imagen del niño, la idea del pequeño ser humano creciendo dentro del vientre de su madre. La vida es universal, no interesa cuánta gente trate de reducirla a ciencia o a una fórmula matemática. La película saca provecho de los hechos y lo hace de una manera graciosa pero a la vez directamente nos conduce hacia la inevitable verdad.
Pero Bella necesita ayuda. Las compañías norteamericanas de cine han acordado distribuir la película solamente de manera limitada, y sólo en el este como en el medio oeste. Si logran conseguir suficiente interés en otros lugares, interés expresado en que todos los asientos en los cines estén totalmente agotados, Bella puede alcanzar un rango más amplio de distribución. De forma similar a lo que La Pasión de Jesucristo logró antes, Bella llegar a más cines dependiendo de cuán bien le vaya y de cuánto interés haya en ella.
Llame por teléfono a Metanoia Films. Envíeles emails. Hágales saber cuán importante es este film para usted. Organice grupos de su parroquia local y grupos de jóvenes y consiga familias que vayan a ver la película y que la promuevan entre sus amigos. El interés y el entusiasmo que se genere sobre esta película son claves. Si la respuesta es mediocre, los cines sacarán de cartelera a Bella rápidamente, antes de que realmente haya tenido ocasión de brillar. Está en nuestras manos evitar que esto suceda.
Puede ponerse en contacto con Metanoia Films por teléfono al (310) 500-5097, o vía e-mail a contact@matanoiafilms.com
Colin Mason es el Director de Comunicaciones del PRI
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