Monday, August 06, 2007

Los compromisos del agua de Marcelino Iglesias.







Por Oroel

Regantes y oposición parecen inquietos y molestos -indignados sería la palabra- ante la política de dilaciones que viene llevando a cabo la ministra Narbona con las obras previstas en el Pacto del Agua y especialmente con el recrecimiento de Yesa.


¿De qué se extrañan? Ella cumple órdenes, y las que está recibiendo son obvias y coherentes. Exactamente las que yo esperaba.




Lean lo que dice el Heraldo de Aragón en el editorial de su edición de hoy: “Los retrasos que el Ministerio de Medio Ambiente está imponiendo en la tramitación de las obras hidráulicas trabajosamente consensuadas en la Comisión del Agua de Aragón mueven a la desconfianza. Es difícil pensar que se trata únicamente de problemas técnicos o burocráticos.


Las buenas palabras de la ministra no casan con las decisiones que adopta su departamento”.




Para entender lo que está pasando hay que remontarse a la tramitación de la reforma del Plan Hidrológico Nacional en la que, por obra y gracia de Rodríguez Zapatero, desapareció la Reserva Hidráulica que Aznar había respetado y garantizado para Aragón. Recuérdese que los diputados socialistas aragoneses votaron en contra del mantenimiento de esa Reserva. Y recuérdense las palabras de un diputado de Esquerra Republicana en los debates previos: “El Pacto del Agua es más lesivo para Cataluña que el Trasvase”.




La Reserva Hidráulica, 6.550 Hm3, desapareció del PHN socialista, pero se incorporó luego en el Estatuto de Aragón recientemente reformado. No obstante esa inclusión, quien crea que ello la garantiza es un ingenuo. También en el anterior Estatuto se incorporaba un mecanismo de financiación consensuado de forma bilateral entre Aragón y el Estado, y esa bilateralidad jamás se aplicó.



Papel mojado.



La Reserva Hidráulica será papel mojado mientras no se lleven a cabo las obras para hacerla efectiva. Porque el día que sea efectiva, las reclamaciones catalanas del caudal ecológico, entre 9.000 y 12.000 Hm3, que debe garantizarse incluso en épocas de estiaje, no podrán atenderse.


Y ese caudal ecológico sí que está previsto que se negocie de forma bilateral, al margen de los órganos de gestión de cuenca.


Es decir, ahora mismo, para poder atender en un futuro las demandas catalanas, Aragón no puede incrementar su consumo de agua ni mucho menos alcanzar el techo previsto en la Reserva Hidráulica.Y eso es lo que está haciendo la ministra Narbona: impedir que se regule y se distribuya en Aragón el agua prevista en la Reserva Hidráulica y que los catalanes reclaman para sí.


Todo se está cumpliendo conforme al guión previsto. Espero que esta vez la oposición se dé cuenta de las maniobras que se están desarrollando ante sus ojos.



PD: ¿Y Marcelino? En su línea. Se me ha escapado una carcajada al leer la escueta nota del Heraldo titulada “La reacción de la DGA" y a la que parecen contestarse ellos mismos: “Iglesias no dice nada”. Para quienes seguimos la trayectoria del personaje, éste llega a ser entrañablemente previsible. Que un ser tan inane, tan obviamente vendido a los intereses catalanes, haya podido repetir mandato por tercera vez sólo es explicable por las carencias de la oposición.


Una pena.


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